LA BELLEZA TERMINA AQUÍ

Dicen que Catón el Viejo terminaba todos sus discursos recordando que Cartago debía ser destruida. Carthago delenda est, no cejaba en recordar el venerable patricio romano siempre que podía. Alguien, puede que Ávila el Viejo, debe pensar lo mismo: LIBER delenda est. Tres días han bastado para convencernos a muchos que la Federación de Gremios de Editores de España quiere terminar con LIBER por asfixia.

Una feria puede salir mal por tres motivos: porque no hay dinero, porque la organización fracasa o por una combinación de ambas. Si la edición de LIBER de este año ha sido un fracaso no ha sido por la organización –que funcionó bien con aspectos siempre mejorables– sino por una pavorosa falta de medios. En el caso de la FGEE y del resto de instituciones implicadas en el asunto equivale a falta de ganas.

¡Mi feria por una moqueta!

Vamos a jugar a eso que llaman “periodismo de datos” pero que no es nada más que el de toda la vida con una calculadora. En una feria la moqueta no suele ser noticia. Todavía menos su ausencia, pues hay instalaciones con suelos que rivalizan con cualquier moqueta ferial; cuando en un evento se prescinde de la moqueta es porque el suelo es una alternativa mejor. No es el caso del pabellón 8 del recinto de Montjuïc de la Feria de Barcelona. Este pabellón fue construido como Palacio de la Metalurgia, Electricidad y Fuerza Motriz para la Exposición Internacional de 1929, ergo es un pabellón industrial preparado para ferias de maquinaria pesada y construcción y no se ha reformado mucho desde entonces. El suelo, en consonancia, aguanta todo lo que eches pero sólo tiene un problema. No es bonito. Bueno, no lo es si en vez de vender tractores, excavadoras o ladrillos tu negocio va de libros. Para dichos casos se inventó la moqueta ferial. Síganme.

La moqueta ferial es muy barata. Va en rollos de 120 metros cuadrados, cuesta alrededor de 1,53 € el metro cuadrado pero si compras una cantidad colosal la rebaja puede ser sustanciosa. De momento quedémonos con un precio de 1 € el metro cuadrado de coste entregado en feria. Otra cosa es la mano de obra de instalación, pero ya verán que eso no es un problema.

El pabellón 8 tiene una superficie de algo más de 19.000 metros cuadrados. Obviamente no todo se dedica a exposición: hay que descontar las áreas de recepción, prensa y salas de actos permanentes. A ojo, según el mapa de la feria, restamos unos 4.000 metros y nos quedan 15.000. Descontando superficies de servicio que no hay que enmoquetar y sabiendo que los stands siempre llevan moqueta –que paga el expositor–, exagerando mucho nos quedarán 10.000 metros cuadrados para cubrir de moqueta.

Ahora prestemos atención a esta imagen:

www.salonliber

Estos son los que organizan y pagan. Descontemos las empresas privadas que suelen contribuir con fruslerías en especie y quedémonos con la cosa pública más la FGEE y el gremio local (es su fiesta): nueve instituciones públicas.

¿De veras nueve instituciones públicas son incapaces de juntar 10.000 € para adecentar el espacio y que la feria no fuera el pitorreo que fue por ese y otros detalles? El coste de instalación dejo que lo asuma la empresa Meeting y Salones del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, instalar moqueta ferial es tan fácil y rápido –lo sé por experiencia– que el coste es despreciable en comparación con los infames márgenes que cobran por cualquier tontería.

La moqueta como síntoma de una enfermedad mucho más grave

La moqueta sólo es un síntoma. El problema es de mentalidad. En primer lugar el problema lo tienen La Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y su feria por destinar un pabellón cochambroso –luego verán unas fotos cautivadoras– a una feria editorial, una industria que se supone cultural, puntera, de interés nacional y blablablá, patatín-patatán…

Otro problema lo tiene el Estado español y su desvencijada Marca España. Las únicas marcas relevantes que vi en LIBER fueron las del suelo:

MARCA ESPAÑA

Pero la desidia y desgana de las instituciones no son muestra de inquina y odio hacia el libro –a lo sumo pasotismo– sino la lógica respuesta a la ya tradicional negligencia con la que la Federación de Gremios de Editores de España ha ido tratando la que en su momento fue la feria profesional del libro más importante de la edición en castellano, una feria que, como remarca Manuel Gil – no se pierdan su artículo– llegó a ocupar tres pabellones enteros de IFEMA, duplicando o triplicando, fácilmente, la superficie actual. Si la propia FGEE pasa del asunto, ¿por qué debería ser distinta la actitud de la administración pública?

LIBER se muere por el desinterés de los grandes y la miopía de lo público, justo al revés que en Guadalajara, Bogotá o Buenos Aires; en esos países no tienen grandes grupos editoriales planetarios pero sus administraciones públicas y empresariales entendieron que había recorrido industrial y comercial y apostaron por ello. Cada vez les va mejor y compiten entre sí, olvidándose cada año un poco más de LIBER.

Ni Planeta ni Santillana necesitan LIBER para nada, ellos juegan en otra liga, pero dejando morir esta feria no se dan cuenta que perjudican un tejido editorial que sí necesitan. En una hipotética pirámide trófica de la edición ellos están arriba y se sostienen a merced de un tejido tupido e invisible de profesionales, técnicos, editores, autores, proveedores y lectores. La muerte de LIBER no será un problema para los grandes, no acabará con el tejido editorial, pero sí mandará un mensaje muy claro a todos: vuestra suerte nos es indiferente. Es como aquel millonario que cree poder vivir rodeado de miseria sin que le pase absolutamente nada. Líderes de otros países tratan bastante mejor a su tejido industrial. Estos días basta con mirar hacia Alemania. Siempre Alemania.

Intangibles

El número de expositores y metros cuadrados es un indicador que mide la importancia de una feria. Su mengua sostenida indica decadencia. Hay otra decadencia que no suele aparecer en los titulares, la de actos, charlas, presentaciones y conferencias. Pasé tres días en LIBER, asistí a unos cuantos actos y conferencias y debo decir, decepcionado, que me aburrí un poco. Decepción me causó también ver las salas casi vacías pese al evidente interés de ciertos temas. Sólo vi llenos hasta la bandera y con público en pie en dos ocasiones: en la interesante charla de presentación del imprescindible estudio GLOBAL E-BOOK y en la conversación entre Nuria Cabutí y Jesús Badenes, moderada por Javier Santillán. A esta fui por puro morbo, a sabiendas que era la reposición de cualquier conversación entre cualesquiera directivos de Planeta y PRH desde hacía más de un lustro. Efectivamente, nada nuevo. El papel de Santillán como mamporrero fue un poco triste, eso sí.

Lo mejor de LIBER, como siempre, fue lo que no sucede en LIBER. Es una ocasión para encontrar amigos y profesionales de otros puntos de España y Latinoamérica, compartir impresiones, y también para dedicarse a lo que algunos llaman networking. Una feria también es para eso, pero no sé si sólo para eso hay que montar una feria.

Con todo, los pequeños y medianos editores cuentan que para ellos LIBER es rentable. Puede que no lo sea en lo directamente negociado en feria, pero sí lo acaba siendo al cabo de unos meses. Imaginemos cómo mejoraría la rentabilidad si la FGEE le pusiera ganas al asunto.

Impasible el ademán

Para la FGEE todo esto no tiene importancia. Fieles a su tradicional estilo de comunicación corporativa anclada en algún brumoso lugar de los años setenta del siglo XX, al finalizar la trigésimo segunda edición de LIBER la Federación emitió un comunicado al que sólo han podido acceder los medios oficiales, los de verdad, como por ejemplo La Vanguardia –no lo busquen ni en la web de la FGEE ni en la de LIBER, encontrarán la del año pasado. Según el diario del Grupo Godó “más de 10.000 profesionales del mundo editorial visitan la feria internacional Liber”. El diario, que es uno de los patrocinadores del evento, agrega:

El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Xavier Mallafré, ha remarcado que 400 empresas editoriales han participado en la cita, y ha reivindicado el papel de la edición española como “motor económico y cultural del país”, ha informado Liber en un comunicado.

“El sector cultural ofrece oportunidades para la economía y el empleo que no se pueden desaprovechar”, ha dicho, si bien España aún tiene camino por recorrer si se compara con países del entorno, en los que el sector cultural representa una parte importante del PIB.

Entre los retos del sector, Mallafré ha señalado la necesidad de una Ley de Propiedad Intelectual que proteja la creación y recursos económicos para que sea “eficaz”.

Ignoro cómo contaron a los visitantes. Hace un par de años, en Barcelona, para entrar a LIBER había que pasar por un sistema de tornos mediante tarjeta magnética. De este modo sabían quién entraba y cuántas veces lo hacía. Este año ni había torno ni mucho menos tarjeta, había que traer la acreditación impresa de casa. Podría haber fotocopiado la mía para colar un autobús entero de japoneses y nadie hubiera dicho nada porque el código QR de la acreditación era más decorativo que otra cosa.

Sólo puedo entender lo de los 10.000 profesionales contando a todos los presentes cada día en LIBER, incluyendo la inauguración y multiplicándolos por los tres días de feria. Sólo así me creo los 10.000, mágica cifra que coincide con la del año pasado. En ningún momento de LIBER hubo allí dentro más de dos mil personas en total, eso siendo muy optimistas. Como el mismo Manuel Gil comenta en su blog, a media mañana del viernes empezó la estampida y por la tarde allí no quedaba casi nadie.

Risa floja me ha entrado cuando he leído lo del motor económico, las oportunidades que no se pueden desaprovechar y el camino que todavía queda por recorrer. Este último aspecto me ha hecho recordar un viejo chascarrillo castrense: “el Ejército español nunca se retira; gira 180 grados y sigue avanzando”. Hace muchos años que la FGEE y LIBER decidieron dar la vuelta en redondo y seguir avanzando quién sabe si hacia un glorioso pasado que sólo existe en su mente.

Lo mejor que nos podría pasar sería que la FGEE se desentendiera de LIBER y lo dejara en manos de aquellos a quien de veras interesa, los pequeños y medianos editores y todo el resto de profesionales para quienes este certamen sigue teniendo sentido. No puede ser muy difícil hacerlo igual de bien –el listón está francamente bajo– y a poca ilusión que se le ponga el resultado mejorará ostensiblemente. Lástima que, institucionalmente, no tengamos recambio. El sector necesita auto organizarse de otra manera si pretende contar con una feria decente. Le va la supervivencia en ello.

Bonus Track: Mad Max LIBER

Conscientes del estado comatoso en el que se encuentra el certamen, Fira de Barcelona pensó en un lugar desastrado, cochambroso y postapocalíptico que no desentonara, el pabellón 8 que mencionábamos al principio. A continuación veamos –y comentemos– algunas interesantes instantáneas (todas ellas se han hecho en espacios a los que podía acceder cualquiera. Pueden hacer clic para ampliar, pero no sé si es muy recomendable):

1-ENTRADA BUNKER

Esta era la entrada al pabellón, cual bunker postapocalíptico destinado a la supervivencia de los más aguerridos editores.

2-SALA MATUTE

Hace falta mucha imaginación para llamar “sala” a un espacio como este. La calidad ambiental dentro de la sala era algo peor que la de cualquier vestíbulo de aeropuerto. Ana María Matute no se merecía este trato.

3-CASTELLET

No, Josep Maria Castellet tampoco se merecía esto, aunque lo peor no era la entrada, sino…

4B-CASTELLET

… lo que se podía ver justo antes de entrar a la sala. Al menos los contenedores están alineados. Por decir algo.

4-EBOOK

Esto fue lo más parecido que vi a un e-reader o una tablet. Ya saben, el origen de la escritura, Súmer, arcilla, cuneiforme… o no.

5-DESESPERACIÓN

Los caminos del Señor son inescrutables pero los del LIBER eran un poco así…

6-PUTAS CERVEZA Y EDITORES

…o un poco asá. El efecto de sordidez está muy conseguido. El tono magenta le da un aire puteril remarcable.

7-CONMISERACIÓN

La salida del lavabo era un poco esto. Lo cierto es que, al menos, no olía mal. Esto estaba justo delante del “Corner Digital”, en dramática tensión entre la pureza de la tecnología y la autenticidad de lo arcaico. Supongo.

8-IDEAS FGEE

Sin duda, mi rincón preferido. Creo que resume el estado mental de ciertos jerarcas de la FGEE. Como escenario de teatro tiene su cosa. Como feria del libro pues… supongo que también, pero yo no sé verlo.

10-ALCANTARILLAS DEL SECTOR

Claro que, si no te gusta lo que ves, siempre puedes intentar husmear en las alcantarillas del sector. En los pasillos de LIBER encontré unas cuantas como estas. Habrá que probar, ¿no?

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

12 Comments

  1. Te doy toda la razón. El aspecto era bastante deplorable, aunque me pese.

    1. A mí también me pesa y me deprime mostrar cosas así. Nuestros editores no se lo merecen.

      Gracias por tu visita y tu comentario!

  2. El último Liber al que asistí, con reluctancia, fue el de 2012. Ya en 2011 me había quedado claro que era inútil. Y eso fue un año después de la inauguración de Corner Digital.
    La cuestión que propones no es baladí. Si la FGEE ha decidido hundir Liber, lo hace por incompetencia o deliberadamente. De hecho para responder hay que resolver otro rebus: Liber es de todos los editores o solo de algunos grandes grupos (que no van a Liber). Si es de unos pocos grupos mejor harían los demás en irse de inmediato de al FGEE. Si es de todos, ¿cómo se ha llegado a este punto?
    Personalmente creo que ha llegado la hora de una ParaLiber.

    1. La del 2012 ya fue triste, aunque todavía digna, en el recinto de Gran Via de Barcelona. Liber lo monta la FGEE que, por estatutos, está gobernada por los grandes grupos, Planeta + Santillana fundamentalmente, con la cooperación necesaria de PRH. Luego hay unos cuantos medianos y pequeños de claque, esperando recibir prebendas de todo tipo. la FGEE sigue gestionando, directa o indirectamente, mucho dinero y algunos creen que no pueden (o, directamente, no pueden) sobrevivir sin esa teta.

      Necesitamos un ParaLiber. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

  3. Y en mayo, para más inri, también Uberto Stabile, que era todo ilusión, puso punto y final al Encuentro Internacional de Editores Independientes después de casi treinta ediciones por el boicot constante de las autoridades… No future, que dicen los Sex Pistols :’-(

    1. Sí hay futuro, pero no el futuro que hasta ahora era posible. Hay que hacer las cosas de otra manera. Y, claro, hay que equivocarse mucho. Una lástima de lo Stabile y sus Encuentros, pero eso no debe desanimarnos.

      Gracias por tu visita y por la mención a Stabile,

  4. Magnífico análisis de la etapa de decadencia de LIBER, y fiel reflejo de la crisis a la que nuestro sector editorial se ve irremediablemente abocado con la lamentable y lastimera actitud de desentendimiento de las instituciones. Retomando los clásicos, tal vez habría que recurrir a Cicerón y sus célebres Catilinarias para afear esta repudiable conjura de desidia, ineptitud e indolencia de éstos que -muy a nuestro pesar- nos representan. “Quousque tandem abutere, FGEE, patientia nostra?

    1. Tomo nota de tu alusión a las Catilinarias como título de algún artículo. Me ha gustado mucho la idea!

      Creo que todavía nos queda mucho abuso de paciencia, eso sí…

      Gracias por tu visita y tu aportación!

  5. Me alegro de no haber invertido mi tiempo y mi dinero en desplazarme. Gracias por el reportaje.

    Es lamentable que las organizaciones de las que hablas suenen tan a diplodocus. Es obvio que no han sabido abrir las ventanas de su casa a tiempo, cuando todavía se podía amputar. Todo culpa de la piratería y de que no hay subvenciones (suficientes), claro.

    1. Así es, creo que ya empieza a ser tarde para ellos. Lo peor es que en su agonía todavía harán mucho daño.

      Gracias por tu visita y tu comentario!

  6. Sin lugar a dudas LIBER necesita un cambio de enfoque, gestión y de modelo de negocio. Aún teniendo en cuenta todas sus actuales deficiencias, que son muchas, la industria editorial española debería apostar firmemente por renovar LIBER con un nuevo enfoque. No nos podemos permitir no tener un encuentro anual profesional que aporte valor a todo el mundo del libro (agentes, editores, bibliotecarios, libreros, etc.) Sería un fracaso de todos.

    1. Estoy completamente de acuerdo pero eso no se va a conseguir con los actuales gestores. Ese es uno de los problemas. Necesitamos LIBER o un equivalente –el nombre es lo de menos– pero lo cierto es que no parece haber ninguna posibilidad de desbloqueo tal como están las cosas. Sería deseable que la FGEE & Co. se pusieran las pilas, pero si no lo han hecho en el último lustro, dudo que lo hagan ahora. La única posibilidad que veo es una acción concertada por parte de un número apreciable de editoriales no agremiadas con un número significativo de agremiadas, más la colaboración de otras empresas no editoriales.

      En fin… al menos sigamos dándole vueltas al asunto. Gracias por pasarte por aquí y por tu aportación!

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