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La fotografía, como sabemos, no es algo verdadero. Es una ilusión de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado. Arnold Newman

Uno de los problemas que arrastra el sector del libro en España es el de la medición de la realidad. El Día del Libro en Catalunya –Sant Jordi– volvió a vivir un baile de cifras que añade confusión a la correcta lectura de una jornada que, en todo caso, fue positiva.

Un problema de encuadre

Toda fotografía implica un sesgo, algo queda fuera del encuadre y lo que está dentro depende de una serie de factores técnicos. Cualquier instrumento de medición implica el mismo tipo de sesgo: podemos medir una serie de parámetros pero nunca podremos medirlos todos al mismo tiempo. Llevado el extremo nos encontramos con el Principio de Incertidumbre de Heisenberg: es imposible conocer la posición y la velocidad exactas de una partícula al mismo tiempo. Afortunadamente la medición de nuestra realidad libresca no es tan exigente y nos conformaríamos con saber cuántos libros se han vendido el 23 de abril, de qué autores y en qué lenguas. Para ello disponemos de herramientas que nos permiten medir con exactitud y (casi) en tiempo real las ventas de las librerías, herramientas de las que no disponíamos hace sólo diez años. Desgraciadamente no es tan sencillo. Tenemos la herramienta y se llama LibriData –ahora ya disponible en el resto de España bajo el nombre de LibriRed– un sistema que permite que las librerías comuniquen sus ventas cada día basándose en el ISBN. LibriData no es una encuesta, es un registro: tanto se vende, tanto queda registrado. La precisión, dentro del rango temporal en el que trabaja, es (casi) absoluta. Más que suficiente para lo que necesitamos. A partir de los datos de LibriData, el pasado 27 de abril el Gremio de Libreros de Catalunya difundió los datos de ventas de Sant Jordi:

  • Facturación: 20.350.000 euros
  • Incremento de la facturación: 6%
  • Ejemplares vendidos: 1.530.000 ejemplares
  • Incremento de ejemplares vendidos: 4%
  • Libros vendidos en catalán: 54%
  • Libros vendidos en castellano: 46%

Los datos son exactos pero ¿son representativos? ¿no queda nada fuera del encuadre que los desvirtúe? Parece que sí. Como apuntaba Ernest Alós en su artículo del 28 de abril en el diario El Periódico:

Sin embargo, esta clasificación sigue siendo tan falible en cuanto a su representatividad como las anteriores, ya que en este caso no solo no se contabilizarían El Corte Inglés y la FNAC sino tampoco las cifras de la Casa del Libro, que no desglosa sus datos en Catalunya del resto de España. […] Un desfase estadístico que intentará compensar el ranking elaborado por este diario que se ofrecerá este miércoles y que no se despejará hasta que las empresas de medición GfK y Nielsen ofrezcan sus datos.

El Periódico publicó los datos de GfK el pasado 4 de mayo y algunos difieren sensiblemente de los aportados por el Gremio:

  • Incremento de la facturación: 7,8%
  • Libros vendidos en catalán: 46,6%
  • Libros vendidos en castellano: 51,1%

¿Quién lleva razón? Ambos y ninguno. LibriData y GfK –en su caso también Nielsen– cuentan (casi) lo mismo de forma diferente:

  • El perímetro del recuento de LibriData incluye los datos aportados por unas 200 librerías catalanas pero falta El Corte Inglés y FNAC, mientras que La Central y Casa del Libro aportan sus datos para toda España sin desagregarlos por Comunidad Autónoma ni provincia, con lo cual tampoco sirven de mucho, tal como menciona Alós.
  • El perímetro de la encuesta de GfK cubre 300 puntos de venta e incluye a El Corte Inglés y a FNAC –se supone que también a La Central y Casa del Libro– pero en cambio no es un registro directo de ventas, como LibriData, sino una encuesta. Ojo, no es cualquier encuesta, es de la que más se fía el sector junto con la de Nielsen.

LibriData es más fiable que GfK porque aporta datos directos de ventas y no tiene el margen de error que tiene cualquier encuesta. Pero al ser una herramienta de libre afiliación con coste asociado no puede ser un registro con vocación universal. Son muchos los que están y son representativos hasta cierto punto, pero no están todos, faltan dos de los más importantes y otros dos no muestran la debida disciplina.

¿LibriData o GfK?

Llegados a este punto sería natural desechar los datos de LibriData y dar por buenos los de GfK pero nos estaríamos equivocando por varios motivos. En primer lugar porque, aunque LibriData y GfK difieren en muchos aspectos coinciden en señalar ciertas tendencias generales y en ese aspecto se apoyan mutuamente. En segundo lugar LibriData es el único registro de ventas reales en librerías y sus afiliados no pueden dejar de aportar los datos. Eso es de gran valor y no se puede soslayar. Y en tercer lugar porque, aunque sea con un trazo más grueso del que nos gustaría, si entendemos el perímetro de cada recuento más allá del método utilizado podemos extraer interesantes conclusiones del comportamiento del público y de la salud de nuestras editoriales independientes. Y cuando digo nuestras en este caso me refiero a las catalanas. LibriData trabaja con un perímetro en el que las grandes librerías están infrarrepresentadas. Eso, que aparentemente es un problema, cuando lo comparamos con GfK nos permite inferir ciertas cosas. A saber:

  • En Sant Jordi se compran más libros en catalán que el resto del año. Aunque los datos de GfK desmientan que los libros en catalán hayan superado en ventas a los libros en castellano el 23 de abril, sí muestran que respecto a la media del resto del año hay una subida de entre 10 y 15 puntos. Eso obedece a varios factores; los editores en lengua catalana hacen un esfuerzo especial para ese día; los propios libreros decantan su oferta hacia los libros de temática y/o lengua catalana. Sant Jordi es el patrón de Catalunya y, por lo tanto, su festividad tiene un impacto en las ventas de los libros en catalán.
  • Las librerías independientes venden más libros en catalán que las grandes cadenas y superficies. Eso es lo que muestra el sesgo de LibriData. Y es una buena noticia no sólo para los libros en catalán sino para cualquier editor independiente cuyos libros no pueden competir en márgenes en las grandes superficies. Los libreros independientes cuidan al editor independiente y este dato lo apunta aunque sea de forma indirecta.
  • El comportamiento de los clientes de librerías independientes es sensiblemente distinto a los de las grandes. Aunque es algo arriesgado aseverarlo con tan magros datos esto confirma lo que los libreros de toda la vida y los nuevos libreros afirman: hay un público que agradece la proximidad cuando ésta aporta un valor añadido cultural.

Necesitamos más datos y más transparencia

Los datos de LibriData / LibriRed son de acceso restringido a los libreros y editores que están abonados al sistema. Está bien que así sea, las mejores prestaciones de esta herramienta deben estar disponibles sólo para quien pague por ellas pero eso no significa que no se publique ningún tipo de informe en absoluto. Es cierto que CEGAL publica estadísticas de volumen de facturación y ventas desglosados por Comunidades Autónomas, pero poco más. Creo que aportaría mucho a la comprensión del ecosistema del libro en España la publicación mensual de resúmenes que incluyeran –por ejemplo y entre otros– las ventas de los 1.000 títulos más vendidos segregados por provincias o incluso unidades geográficas más pequeñas como las ciudades mayores de 50.000 habitantes. Como mínimo. Mi ‘Carta a los Reyes Magos’ sería más ambiciosa. Soy plenamente consciente de por qué esto no sucede; varios factores lo explican. El pudor y la reserva de los propios editores, nunca lo bastante seguros –de cara a la galería– de vender lo suficiente. El ego de muchos autores, reacios a mostrar lo –poco o mucho– que venden. La tradicional hermeticidad de un sector controlado por los grandes que los pone en situación de dominio de la información. La información que se maneja en un gran grupo es mucho mayor y mejor que la se maneja en una pequeña editorial aunque la fuente de los datos sea la misma. Un mercado sano –y saneado– necesita compensar las grandes asimetrías de información que son las que coartan a los pequeños la posibilidad de competir con los grandes y a todos ellos entre sí. Sistemas como LibriRed abren la posibilidad a que nuestro conocimiento del mercado alcance un detalle nunca visto. Deberíamos reflexionar si esta herramienta tan poderosa debe estar controlada por entidades privadas controladas por unos pocos o bien debería ser gestionada por alguna entidad pública independiente que a su vez también gestionara DILVE y el ISBN. Personalmente prefiero que las Administraciones Públicas mantengan y gestionen las principales herramientas de información que se dediquen a subvencionar la edición y publicación de ciertos libros. De este modo el acceso a estas plataformas por parte de libreros, editores y distribuidores sería mucho más fácil, se beneficiaría todo el sector y sería mucho más comprensible. La información del libro y sus herramientas crean riqueza y oportunidades; son demasiado importantes para dejarlas en manos de la Industria del Libro. Si de veras el libro es tan importante para todos, todos debemos tomar cartas en el asunto.

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

4 Comments

  1. Como siempre muy buen análisis. Entre tantas cifras ¿sabe si hay algún dato sobre la venta de libros digitales? El día del libro es especialmente fetichista (a mi juicio) con el formato y parece que solo entienda de papel, pero cada vez hay mayor oferta de libro digital en versión regalo (tarjetas de descarga) y desconozco hasta que punto va calando entre los lectores este sistema de venta de libros digitales. Un saludo.

  2. Bernat:
    ¿Seguro que estos datos están bien?

    Facturación:350.000 euros
    Ejemplares vendidos:530.000 ejemplares

    Si fuera así el precio medio del ejemplar sería 0,7 euros

    1. Tienes toda la razón, no sé en qué momento saltaron las cifras delante estos números. Los correctos son, respectivamente: 20.350.000 € de facturación y 1.530.000 ejemplares vendidos. Ahora lo cambio.

      Gracias por el aviso!

  3. Si entiendo bien el artículo, quiere esto decir que no hay realmente un sistema “oficial” que permita saber qué libros son los más vendidos de España, que incluya librerías de todos los tamaños, grandes superficies (del Corte Inglés al Carrefour) hasta los estancos y kioscos. Los más vendidos de Amazon.es, por ejemplo, sólo coinciden parcialmente con los 100 más vendidos de “todostuslibros.com”. ¿No hay aquí algo como la lista de los más vendidos del New York Times, o algo parecido?

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