La industria editorial suele ser muy conservadora en la adopción de nuevos modelos de negocio e ingresos. Todavía hay muy pocas editoriales convencionales que se hayan atrevido a usar el crowdfunding para la edición de novedades o la reimpresión de títulos agotados.

Airfix_simplified_logo copia 2

El crowdfunding aplicado a la edición tiene varias ventajas y, en mi opinión, (casi) ningún inconveniente. Permite financiar la edición, reedición o reimpresión de cualquier título sin riesgo de pérdidas; permite establecer una relación directa con los lectores que, de este modo, pasan a ser clientes propios; permite testar directamente la recepción de un libro antes de su lanzamiento.

Muchos autores autopublicados y algunas pequeñas editoriales usan, desde hace tiempo, el micromecenazgo. Lo habitual es hacerlo en plataformas como Verkami o Lánzanos, o bien construir el negocio alrededor de un sistema propio, como Libros.com.

Hay pocas industrias que hayan puesto en marcha sus propias plataformas de crowdfunding. Un caso interesante es el de Airfix; el fabricante británico de maquetas de plástico inyectado puso en marcha el año pasado KitStarter –todavía en fase beta– para reeditar antiguos modelos fuera de catálogo.

El funcionamiento de KitStarter no se diferencia mucho del de plataformas especializadas como la misma Kickstarter en la que se ‘inspira’ en un dechado de imaginación. La interesante diferencia es que el filtro mediante el que un producto accede a la fase de financiación depende de la comunidad; son los propios clientes de Airfix los que muestran su interés en que un modelo determinado sea reeditado en un foro mediado por la propia compañía.

La reedición de un modelo de plástico es bastante más compleja que la de un libro; intervienen procesos industriales más laboriosos. Los moldes para la inyección de plástico ocupan mucho espacio en almacén, exigen de cierto mantenimiento, son caros de fabricar, muy pesados –de acero macizo–, de costosa puesta en máquina y susceptibles de desgaste. Además, la mejora constante de la tecnología ha llevado a que muchos de los moldes de los años sesenta, setenta y ochenta se consideren inservibles porque la calidad de las piezas fabricadas con ellos deja mucho que desear. Es un tipo de producto que hace cuarenta años se consideraba más un juguete que una fiel reproducción a escala.

Airfix és consciente de todos estos problemas y no ahorra el uso de expresiones como ‘vintage’; insiste en que se trata de clásicos, que el modelo en sí es interesante más allá de la calidad del objeto reproducido. Los clientes lo aceptan aunque no tragan con cualquier cosa y rechazan de plano la reedición de modelos de muy baja calidad.

Por el momento Airfix ya ha conseguido cerrar con éxito la fase de financiación de uno de los modelos, otro se encuentra cerca de la finalización y algunos más están en fase inicial. Es un ejemplo de cómo sacar partido al fondo descatalogado, fomentar la comunicación con la comunidad, crear marca y financiarse de antemano sin arriesgar fondos propios. Las editoriales convencionales deberían atreverse con un modelo de ingresos que ya ha demostrado sus bondades.

FIRMA 150

 

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

6 Comments

  1. […] La industria editorial suele ser muy conservadora en la adopción de nuevos modelos de negocio e ingresos. Todavía hay muy pocas editoriales convencionales que se hayan atrevido a usar el crowdfundi…  […]

  2. Modelos puede haber muchos. Imagina que la editorial x reedita un con un modelo de suscripción: tantos lo quieren, tantos imprimo usando POD, añadiendo luego una numeración cerrada “a mano”. Se transforma en una reedición económica “de colección” Conviene pensar si se paga antes de la impresión o después.

  3. Estanochelalibertad 11 marzo, 2016 at 16:30

    Una editorial de reciente creación española creo que está apostando por este modelo de edición vía crowdfunding. Se llama Bookolia.es ( http://www.bookolia.es)

    1. Bookolia es una editorial pionera en éste ámbito con un equilibrio perfecto ente sobrada experiencia y afán innovador dentro del sector editorial. Si quieres comprobarlo, una campaña ahora en directo:
      http://crowdfunding.bookolia.es/

    2. Efectivamente, en bookolia utilizamos el crowdfunding para financiar proyectos editoriales con una plataforma propia de micromecenazgo que nos permite apostar con menor riesgo por autores noveles que creemos merecen ser publicados. Como apunta Bernat, el crowdfunding aporta reducción de riesgo y permite una mayor precisión en la tirada de un título. Por otra parte, utilizamos el empujón promocional de la campaña de crowdfunding para dar más recorrido comercial a la salida del libro.

      También publicamos títulos como apuestas propias, de ahí nuestras dos líneas Nuestros ajenos, para coedición con crowdfunding, y Propios extraños, para apuestas propias y personales.

Comments are closed.