PAYASO DESENFOCADO

Acaba de anunciarse la creación del Observatorio Internacional del Libro de Barcelona al abrigo del Máster en Edición de UPF – IDEC. Es una buena noticia. Toda aquella institución que contribuya a aportar luz sobre el espeso, opaco y nebuloso circo del libro debe ser bienvenida. Debemos apoyar en lo posible su andadura pero, ojo, eso también significa meter el dedo en las llagas con las que nace el proyecto.

Habitualmente quien se comunica poco –y mal– aduce que comunica lo que cree necesario –lo que le da la gana– y culpa al receptor del mensaje de los posibles malentendidos. Es el estilo de comunicación de aquellos que todavía consideran que hay unos creadores de tendencia que están arriba y unos seguidores de tendencia que están abajo y que nunca intercambiarán posiciones. Ancient Régime cultural, para entendernos.

Cuando alguien dice que acaba de crear algo del calibre del Observatorio Internacional del Libro de Barcelona adquiere un gran compromiso consigo mismo y con aquellos a quien la cosa más les puede interesar. Por criterios de espacio y premura la noticia de la creación del Observatorio en los medios convencionales contiene poca información. Lo que uno espera es que al ir a la fuente pueda ampliar detalles y saber mejor de qué va el asunto. Error.

Si saltamos de la noticia de La Vanguardia, El Periódico o El Cultural a la web del Observatorio encontramos menos información, no más. Raro. Al parecer dichos medios –y supongo que unos cuantos elegidos más– recibieron un comunicado en el que Sergio Vila-Sanjuán y Javier Aparicio contaban más cosas –aunque no muchas más– que las que aparecen en la propia web del Observatorio o sólo recibieron la noticia que aparece en la web de la UPF – IDEC y la publicaron con más o menos aliño. Veamos algunos interesantes pasajes de la mencionada noticia:

La Universidad Pompeu Fabra, a través de su Máster en Edición en el UPF-IDEC, que cumple este curso su XX aniversario, ha creado el Observatorio Internacional del Libro de Barcelona, una idea del periodista cultural Sergio Vila-Sanjuán e impulsada conjuntamente con el fundador y director del Máster en Edición, Javier Aparicio Maydeu.

Es una buena idea de un buen periodista cultural como Sergio Vila-Sanjuán impulsada por una figura de renombre como Javier Aparicio en el marco de uno de los mejores masters en edición. Y hasta aquí la noticia, porque lo que viene a continuación o bien es relleno o bien es vacío. Tras decirnos que en el Observatorio se encuentra lo mejor de cada casa…

[…] cuenta con el apoyo y colaboración de todo el sector editorial español, desde el Grupo Planeta, Anagrama, Penguin Random House, Grupo 62, Google, Círculo de Lectores, el gremio de editores de Cataluña, la feria del Libro de Frankfurt o CEDRO, entre muchos otros.

…nos dice algo así:

‘Este nuevo organismo académico e independiente nace con el objetivo de analizar los principales retos del sector editorial tratando de contribuir a impulsar la industria del libro y de la edición’, explica Javier Aparicio.

Hombre señor Aparicio, independiente no. Con todo el santoral industrial y comercial detrás usted no puede hablar de independencia. No dudo que todos estos miembros estarán muy interesados en contribuir en impulsar la industria del libro y de la edición, pero lo harán bajo un prisma industrial y comercial tan lícito como sesgado. Por cierto, de los nueve representantes del sector, cuatro son Grupo Planeta; sé que la cosa suena más epatante para el vulgo lector de prensa generalista pero suena todavía menos independiente para los pobres diablos que rascamos un poco. De los “muchos otros” hablaremos en breves líneas.

Tras contarnos que el Observatorio recopilará toda la información que se está generando tanto a nivel local como global acerca del mundo del libro –¿están seguros de haber calculado bien el volumen?– nos dicen lo siguiente:

El Observatorio tendrá presente tanto los factores empresariales del mundo editorial como su posición en el campo del conocimiento, los puntos de investigación “cutting edge” y la relación con las instituciones sociales y políticas.

¿Cutting edge? Disculpen, ya sé que es anecdótico pero ¿no les gustaba la palabra innovador o vanguardista? ¡Coño, que estamos hablando de cultura, de foco de la edición en lengua castellana y blablablá!

No nos ofusquemos. Una de las vías en las que va a trabajar el Observatorio será ésta:

Estar en permanente relación con las instituciones barcelonesas, catalanas, españolas y europeas para contribuir a transmitirles la importancia estratégica del sector y de la ciudad de Barcelona como capital editorial, y asimismo analizar nuevas orientaciones y estrategias que seguir.

Caramba ¿Ya no les sirven la FGEE, los gremios y las cámaras del libro para desempeñar esa función? ¿Además de tener que hablar con toda la actual colección de instituciones deberán entenderse con el Observatorio? Lo digo porque si el Grupo Planeta y Penguin Random House –entre muchos otros– ya cortan el bacalao en los chiringuitos existentes no creo que necesiten otro altavoz.

Hasta aquí la noticia oficial de la UPF – IDEC que no cuenta más de lo que contaban los periódicos. ¿Hay algo más en la web del Observatorio? Pues no. Algunos ejemplos:

  • En qué es y qué hace el Observatorio nos cuentan lo mismo que en la noticia sin las opiniones entrecomilladas de sus impulsores que sí aparecen en prensa.
  • En quiénes somos sólo aparecen los ya mencionados impulsores de la idea junto a indeterminados “profesionales del sector editorial, académicos y analistas” a quienes sus progenitores no tuvieron a bien darles un nombre al nacer. O puede que ni siquiera hayan sido reclutados.
  • En el apartado Actividades nos cuentan que “esta información estará disponible próximamente”.

Sólo hay algo que añadir pero no de la UPF – IDEC sino de El Cultural, concretamente del primer párrafo de la noticia:

La Universidad Pompeu Fabra, a través de su Máster en Edición, que cumple este curso su XX aniversario, pondrá en marcha a partir del mes de junio el Observatorio Internacional del Libro de Barcelona

Cuando leí lo del mes de junio fui a revisar la fecha del artículo; la noticia es fresca, de ayer mismo ¡Se refieren a junio de 2015! ¡Están anunciando con más de ocho meses de antelación la puesta en marcha de algo que al parecer sólo cuenta con el nombre! Lo más incomprensible es que esta noticia ni siquiera les sirve para promocionar el Máster pues la presente edición empezó el pasado septiembre y no termina hasta el próximo julio.

Sigo pensando que la creación del Observatorio es una buena noticia. Puede aportar algo nuevo al debate. Sus impulsores tienen carrera y prestigio suficientes, pueden reunir en torno a ellos un buen equipo. Por eso es una lástima su comienzo lastimoso, vacío, cojo, triste, decepcionante, nebuloso. Con una antelación injustificada que suena más a postureo que a realidad. Ya tenemos suficientes payasos en este circo ¡Cómo espero equivocarme!

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

One Comment

  1. Hola, Bernat!!!! Como siempre, grande ese Ronald saltando hacia la nada. Me encantan las imágenes con las que ilustras tus artículos!!!

    Yo no se ni si hay que felicitarse de la creación de otro organismo, aunque sea tan poco “organismo” como este. Al final, como tú bien dices, no existen ya organizaciones, federaciones, cámaras, asociaciones, ferias…? Si no funcionan, no se puede exigir que funcionen en ver de ir inflando la lista de interlocutores, estudiosos, creadores de opinión y estadísticas? Y sobre todo, necesita el mundo un observatorio del libro, otro más? Si el ámbito és mundial, no ha de contar con empresas editoriales chinas, rusas, canadienses, indias? Ah, pero si sólo hablan de relacionarse con instituciones europeas!!!! Ahhhhh… qué pequeño se nos está volviendo el mundo…

    Hace unos años se creó la Fundación Día Mundial del Libro (alguien recuerda?). Hace poco alguien me comentaba cómo iban los trabajos de desmantelamiento. Y así, entre inaugurar y crear vamos pasando los días.

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