Hay quien dice que las pequeñas y medianas empresas se adaptan antes a los cambios pues sus estructuras ligeras les permiten maniobrar con más agilidad. Es posible. Una muestra de agilidad y capacidad de adaptación de las editoriales independientes la veremos a partir del día 5 de Julio y hasta el día 8, en Santander.
La Feria del Libro Independiente en Cantabria reúne a más de cien editores y libreros independientes de toda España. Es una iniciativa promovida por la asociación Aletheya, formada por editores, libreros o periodistas, entre otros profesionales del libro. Es una propuesta transversal pero aparentemente no lastrada por las componendas que afectan a otras insignes ferias españolas.
La feria y sus actividades se inscriben dentro de los actos organizados por la Fundación Santander Creativa. De vocación anual y con la capital cántabra como sede permanente, FLIC! se desmarca de los dos principales polos de la edición –Madrid y Barcelona. El apoyo de una fundación cuyos patrones son la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Universidad de Cantabria, el Banco Santander y la Fundación Botín, el Ayuntamiento de Santander y la Comunidad Autónoma de Cantabria, hace posible que su lejanía de los principales centros editoriales no sea un problema.
Gracias a un acuerdo con los libreros de Santander y algunas de librerías de fuera, FLIC! contará con dieciocho casetas que pondrán a la venta los libros que más de cien editoriales tengan a bien enviarles, como por ejemplo Periférica, Menoscuarto, Kalandraka, Viento, Pre-textos, Octaedro, Icaria, Rayo Verde, Nórdica, Impedimenta o Siruela, entre muchas otras. Es un interesante acuerdo por el cual ambas partes están condenadas a entenderse: el librero local conoce el gusto del público local, las editoriales independientes de toda España aportarán al acontecimiento una oferta plural y transversal.
No será una feria meramente comercial, no es una simple excusa para que los libreros –y los editores- hagan su agosto: se hablará, y mucho, de los retos del sector, también y especialmente del cambio de paradigma. Estarán presentes sospechosos habituales como Manuel Gil (@ntinomias libro), Silvano Gozzer (Anatomía de la Edición), Arantxa Mellado (Actualidad Editorial) entre otros periodistas, editores y escritores.
De entre las actividades enfocadas a la digitalización destacan los debates que a través de Twitter organizará #ebookspain los días 5, 6 y 7 a las 18:30 horas; versarán sobre distintos aspectos de la digitalización y en ellos participarán editoriales como Rayo Verde (@Rayo_Verde), Sinerrata Ediciones (@Sinerrata), Editorial Intangible (@Es_intangible), Algon Editores (@AlgonEditores), Minobitia (@minobitia), librerías como Laie (@DamiaGallardo) y profesionales como Maria Ripoll (@Idelfonsa), entre otros. Esta vertiente digital de la feria será accesible mediante el hashtag #FlicDigital.
FLIC! no es más de lo mismo
A riesgo de equivocarme, la Feria del Libro Independiente en Cantabria no es más de lo mismo. Es cierto que deben mejorar algunas cuestiones –carecen de página web (¡!) pese a contar con una abigarrada página en Facebook y una activa presencia en Twitter. Es cierto, también, que sólo con el tiempo y la perseverancia conseguirán tener un perfil propio, distinto de ferias de rancio abolengo y trayectoria consolidada; pero precisamente su falta de arraigada costumbre, su novedad, es una de las mejores bazas en estos tiempos de cambios constantes.
De ellos –de los organizadores de FLIC! y de los editores- dependerá ser eternos enfants terribles, eternos independientes a la greña, o promover un cambio real en unas estructuras que desgraciadamente no controlan pero de las cuales depende demasiado su futuro. Los pequeños y medianos editores deben agruparse en torno a iniciativas como esta para, poco a poco, desapolillar un sector muy necesitado de ideas, agilidad y nueva vida. Que más de 100 editoriales independientes se hayan puesto de acuerdo es una de las mejores noticias que ha dado la edición española últimamente.