Cuando hace unas semanas comentaba el poco compromiso de las Tres Grandes de la edición española con Libranda, mencioné que la Editorial Roca había ya digitalizado más del 10% de su catálogo. Teniendo en cuenta su tamaño y la usual llorera de las Grandes de España que dicen que digitalizar es caro, y cuesta, y da miedo, me sorprendió –aunque también es cierto que su recorrido es relativamente reciente. Ahora entiendo por qué digitalizan tanto.

A finales de Abril nació Barcelona Ebooks. No hicieron mucho ruido. He sabido de esta nueva editorial por un recomendable artículo de Julieta Lionetti en Publishing Perspectives. En su día hubo algunas menciones en prensa a las que no se les dio demasiada bola.

Barcelona Ebooks es una idea de la editora Blanca Rosa Roca y Michael Sheary Gordon, hijo del escritor Noah Gordon. No me extenderé en la génesis del proyecto pues todo lo que se sabe nos lo cuentan en la web de Barcelona Ebooks. Debo decir que llamándola web estoy siendo muy generoso; es una simple nota de prensa, aunque extensa y bastante completa.

Barcelona Ebooks es una gran iniciativa, una idea feliz que, además, surge de la inusual circunstancia que las obras de un autor anglosajón se editen en varios idiomas pero no en inglés. A partir de ahí, y con la complicidad del hijo del escritor, se traba una historia que ya es un éxito si nos atenemos a su concepto: editar y vender libros digitales en inglés de autores españoles –o cuyos derechos posea Roca como en el caso de Gordon-, alrededor del mundo mediante un acuerdo de distribución digital internacional con Open Road.

Blanca Rosa Roca ha dado la vuelta al problema de la digitalización y lo ha convertido en una ventaja: no hay fronteras para el inglés, lo cual significa que si editas en inglés desde España puedes tener tanto que ganar como una editorial anglosajona desde el Reino Unido, los EEUU o Canadá. Si tus autores no encuentran editor en inglés, edítalos tú.

Eso pone de manifiesto un riesgo que, aunque conocido, muchos no acaban de creerse: tarde o temprano las editoriales extranjeras empezarán a editar a sus autores en todos los idiomas y a distribuir digitalmente sus obras desde su casa: ¿en castellano desde Nueva York o Londres? Pues claro. Es cierto que mientras se sostenga la cadena del libro de papel las editoriales españolas poseerán una endeble barrera de entrada industrial y comercial pero… es una barrera que tiene los años contados.

Comentaba Guillermo Schavelzon hace poco en el curso Libro 2.0 –tengo pendiente hablar de ello- que el criterio de cada vez más agentes literarios era acabar con los derechos geográficos y empezar a negociar los derechos digitales globales, pues habían entendido que no se pueden poner puertas al campo, frase que, no por manida, es menos cierta. El caso también me ha recordado algo que Arantxa Mellado escribió en su día: la del libro digital no es una cadena de valor, sino una red de valor. Eso implica que, así como en una cadena no puedes –o no es muy recomendable- saltarte eslabones, en una red tú puedes trazar tu senda eligiendo los nodos. Otra cosa es hasta donde quieras complicarte la vida; pero puedes elegir. Ese es un mensaje especialmente dirigido a los grandes grupos que se apoyan en su diversificación y internacionalización para oponerse a según qué cosas; este es un mundo donde ser pequeño o mediano ya no te obliga a ser local y marginal.

Otra de las bondades de Barcelona Ebooks es como se han apropiado –legítimamente- del nombre de la Ciudad Condal como referente internacional, construyendo una marca potente y muy vendible: Barcelona es uno de los principales destinos turísticos culturales del sur de Europa. Los primeros títulos tendrán alguna que otra relación con la ciudad pese a no estar encargados exprofeso; incluso el logotipo se ha construido a partir de uno de los diseños de panot, las baldosas que enlosan prácticamente todas las calles de Barcelona y la “e” de ebook en su centro. De lo local a lo global.

Barcelona Ebooks es una muy buena idea que muestra un camino –no el único- que pueden seguir muchas pequeñas y medianas editoriales con un fondo y unos autores que posean un mínimo de atractivo internacional. También muestra que la digitalización debe abordarse con firmeza por parte de los máximos responsables de las editoriales y del sector en general, de otro modo no se comprende la alta tasa de digitalización del fondo de Roca Editorial por un lado e iniciativas como esta. Recogiendo la pregunta con que Julieta Lionetti abre su artículo en Publishing Perspectives: ¿Barcelona Ebooks es una tendencia o una iniciativa atípica? De la edición española depende la respuesta.

 

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

3 Comments

  1. […] digitalización. Por el porcentaje de fondo digitalizado y por iniciativas como Barcelona Ebooks (de la que hablé bien en su día) se ha convertido en un referente para grandes, medianas, pequeñas y diminutas editoriales. Ahora […]

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  3. […] de su catálogo sino también en propuestas tan interesantes como Barcelona Ebooks –de la que hablé en su momento–, de su participación en Open Road Media, de Ciudad de Libros y de la controvertida Rocautores […]

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