Amazon.com ha decidido dar una parte más importante de su pastel a los periódicos y revistas on-line. Las razones son diversas y ninguna de ellas es casta, pura y altruista. Más bien deberíamos hablar de un trato mutualista: lo que es bueno para Amazon es bueno para la prensa, y viceversa.

 

Si hace poco hablábamos de la consolidación del long tail de Amazon, hoy toca hablar de otros productos editoriales con una altísima rotación a muy corto plazo: periódicos y revistas.

 

Según anunciaba el lunes pasado The New York Times:

 

Amazon.com said Monday that it would give magazine and newspaper publishers more of the revenue that it collects from the periodicals sold via the Kindle Store.

 

Amazon will increase the royalties to 70 percent beginning Dec. 1. Publishers previously received about 30 percent, though royalties varied by publisher.

 

Amazon incrementará del 30 al 70% el porcentaje que los editores se lleven por cada revista o periódico vendido desde la plataforma de Jeff Bezos. Nada de ligeros incrementos. En Amazon los incrementos doblan lo que había, o nada. Pero teniendo en cuenta ciertos antecedentes recientes de la compañía, era de esperar algo así.

 

Hace unos meses Amazon pilló con el pie cambiado –o dejó con el culo al aire, ustedes decidan- a todos los fabricantes de e-readers de gama básica al poner por debajo de los 150 dólares su modelo más sencillo, el Kindle Wi-fi. ¿Por qué rebajaba tanto el precio de un e-reader que ya cuenta con prestaciones superiores a los más básicos del mercado? Para romperlo. Tras conseguir un gran volumen de rotación y un aumento sustancial de flujo de caja tras años de cultivo paciente de clientes cautivos, era el momento de asegurar su posición de dominio, como mínimo en aquellos mercados donde opera. Y en aquellos mercados en los que todavía no opera por no tener oferta en su idioma, dejaron al personal con los dientes largos. El cálculo es sencillo: una vez que las ventas del Kindle han amortizado los costes de desarrollo, es el momento de “ayudar” a los consumidores a adquirir nuevos lectores con el objetivo que compren en su librería. Es el momento de generar más tráfico.

 

Pues en el caso de los periódicos y revistas, la jugada persigue lo mismo:

a/ Amazon ya cuenta con una masa crítica de clientes cautivos que sólo leen mediante Kindle…

b/ …con una plataforma de ventas muy rentable, con una rotación y un flujo de caja altísimos…

c/ …con unos antecedentes de venta de prensa mediante Kindle halagüeños…

d/ …y lo único que le faltaba era ponerles todavía más fáciles las cosas a los editores de prensa.

 

¿Para qué? Amazon no necesita vivir de vender periódicos. No es su core business, pese a que algún día quizás lo sea. Pero no ahora. Ahora Amazon prefiere aumentar la rotación y el flujo de caja: invierte en mercado, ofrece a sus clientes valor añadido: cuantos más medios de prensa acudan a vender a Amazon, más razones tendrán sus clientes para quedarse. Si además tenemos en cuenta que las Free Kindle Reading Apps también están disponibles para otros dispositivos que no son el e-reader mediante diversas aplicaciones gratuitas.

 

¿Por qué la prensa aceptará el trato? Porque la prensa lo está pasando mal y necesita amigos con alta capacidad de venta mientras intenta o consigue readaptarse al nuevo paradigma. Una de las formas de adaptarse consiste en contar con un socio tecnológico con un grifo capaz de llegar a todas partes. Y si este socio te ofrece más de dos tercios de los beneficios, tú tienes una herramienta que antes no tenías: puedes jugar la carta del descuento, ofreciendo diferentes productos en función del tipo de demanda. Detectando nuevas necesidades, disponiendo del tiempo para hacerlo.

 

Más margen para el editor implica más radio de maniobra para innovar. También implica más tranquilidad. Finalmente, lo que ofrece Amazon, es un acceso a un público cautivo que sólo compra libros y prensa a través de su Kindle. ¿Que los editores del otro lado del Atlántico lo aprovecharán? Algunos seguro que lo harán. ¿Los de aquí podrán hacerlo?… pues tal como está el patio, más bien no, aunque quieran.

 

Posted by Bernat Ruiz Domènech

Editor

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